lunes, 21 de diciembre de 2015

Jónico.

¡Qué cuerpo más esbelto!
¡Qué elegancia, delicada!
¡Que poco tienes de seso!
¡Cuánta humildad, aparcada!

Si tu predecesora era ruda,
¡Tu eres soberana culta!
Pero la gente sabia,
se regocija en la hermandad,
y no en la arrogancia,
de seres con vidas amargas.

¡Ahórrate los achaques!
Estos versos son tu conciencia,
pues el vaso ha caido reina,
has rebosado mi paciencia.
¡Cómo puede concentrarse
en una dama tanto engaño y
tanto rencor!

Puede que las trenzas
que peinan tu cabeza,
sean finas, delicadas,
pero en el fondo
son espirales de la nada.

Puede que a lo lejos
te veas bella para ojos carnales,
pero estas podrida y fea
en el interior,
donde solo acceden
las mentes de espirituales.

No pretendas más lamentos,
ya no creo tus mentiras,
no te hagas conmigo la víctima,
deja la palabrería para los parlamentos,
pues la labia princesa,
no es lo tuyo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario