viernes, 24 de abril de 2015

EL POEMA MAS TRISTE DEL MUNDO.


Yo cogí el papel y la pluma y a pleno pulmón,
me llené los labios de humo y la mente de intención.
porque con estos versos que el corazón me dicta,
con esta desolación severa y maldita,
cual es de las que coge a los fuertes,
Y los dobla y los retuerce  hasta consumirlos 
de tantos pliegues. 

Pues parece que mi buena amiga la soledad,
y mi ansiada amada la aflicción de espíritu,
pues en estos años de angustiosa pubertad,
no se sabe lo que es bueno, no se discierne lo justo,
solo alcanzo a vivir en un dilema oportuno,
pobre de mi, pobre de mis días tardes y noches, 
esas lágrimas y los granitos de polen,
que se cuelan en mi habitación desierta,
y me traen oscuros recuerdos de una vida perfecta.

Perfecta la vida que no tengo, 
felicidad y seguridad que yo no padezco,
y se que soy muy egoísta al no reconocer,
que otros sufren penurias peores,
y en enjambres mayores se incursan, 
mientras yo por una convulsión tiendo a desfallecer.

A veces, sentado en mi colchón,
 ese que todas las noches, 
me canso descansando, 
me desolo recordando, me fatigo soñando,
con una vida plena que yo no saboreo,
digo a veces, pienso en que es esta vida,
en el valor que le damos a la amistad,
ignorando que en ocasiones esta, 
viene cargada de ingenua maldad. 

Veo las fotos, mis ojos lagrimean, 
anhelando una vida normal,
inundado por esta careta formal, 
en la que dibujo una sonrisa, 
sin ganas de reír. 



sábado, 18 de abril de 2015

Déjame saber...


¿Cómo has cambiado hija del sol?
Que tus cabellos no tienen el mismo color,
que tu alma no siente con el mismo fervor,
que tus palabras ya no seducen como antes.

Tu que tenías el lucero de la mañana a tu espalda,
y a la luna la tenías detrás de invitada,
conociste temprano los placeres carnales lujuriosos,
y ahora con movimientos calmados pero ruidosos,
defiendes una vida que no va contigo, 
no con la tierna chica que habló conmigo,
cuando la inocencia reinaba sentada en tu mirada.

Déjame saber una cosa preciosa, guardada, ésta demando,
déjame saber que fue de ti, que fue de tu encanto, 
perdido entre los edredones de algún espanto.

Ojalá volviera a aquel tiempo,
cuando despertabas en mi angustia, desasosiego,
pues chica, ahora me pones en aprieto,
no se que pensar, no se que creer, no se que sentir.

Tan solo, hija de la luna, recuerda,
que el amor verdadero no espera
a noches tempestuosas, donde la fiesta del sudor, 
de las lágrimas y de la excitación, en las que,
un te quiero es relativo, un te amo, inexistente,
solo se ven ante la llama de la pasión, 
besos arrítmicos, caricias corrientes,
dos soñadores de una ilusión,
tan solo una noche de gloria,
sin ausencia de corazón.

jueves, 16 de abril de 2015

El poder de la cobardia

Vengo en busca de un beso tuyo, unas caricias, unos gestos, u a sonrisa. Pero mientras decidido corria el velo del silencio para tocar tu suave  piel, un torbellino de inseguridad y celos me nublaba la mente, me distorsionaba la vista, mientras rojo como la bandera de la Eterna Revolucion de mi corazon, mi cara expresaba la frustracion, resignacion, impotencia, y los imponentes celos, que como jarrones golpeaban en el suelo y causaban espanto.

Venia a saludarte, pero el verte darle un beso en la mejilla y una caricia, que verdadera o falsa explota el sufrimiento que corre por mis venas hasta hacerme imaginar que vuelo por los aires en pedacitos muy pequeños y que lloras pero entonces viene el, te seca las lagrimas y te restituye la felicidad, como si nada pasara.

Me devuelvo con rabia y lagrimas en los ojos, ansiando el momento en el que tenga el valor suficiente para, al menos, refugiarme entre tus brazos...

sábado, 11 de abril de 2015

MI HISTORIA ENTRE TUS DEDOS.


Mi afán son tus caricias, mi delicia es tu amor.
La gloria de mis días, que mis ojos resignados
contemplaron esa sonrisa, tan definitiva,
esa sonrisa que a mi mismo,
me abrió tu paraíso.
Déjame olvidarte solo un momento,
no tienes que explicar nada,
yo te comprendo.
No des ninguna explicación,
quiero solo dedicarte una canción.
Mis ojos han sido tus estrellas,
al destino agradezco tu venida,
tu aparición por estas fechas,
tan especiales en mi vida.
Hay una cosa que aún desconoces,
que aunque mis labios jamás los tuyos rocen
sepas que te quiero y te deseo,
lo mejor y que mi corazón aún tieso,
renovará y no escatimará el cariño,
para dártelo vida mía, como desde el principio.

jueves, 9 de abril de 2015

Si, Quiero.


Si, Quiero,
quiero ser el sol que brille sobre tu rostro cada día.
Quiero ser esa brisa mañanera que inunda tu sonrisa,
esa sensación a la que no puedes poner nombre 
pero sabes que está ahí contigo.

Como yo todas las noches que me desvelo
al oir tu nombre llevado por el viento en reposo
de mis aposentos, al percibir que tu voz era una ilusión,
pero yo te quiero, y por eso quiero que seas feliz. 

Si, Quiero.
Quiero inmiscuirme en todos tus secretos, 
quiero que descubras todo el amor que 
este simple y desafortunado hombre tiene para darte.

Amor acumulado de tantos desamores,
amor que solo quiero que recibas tu, 
mi rosa perfecta, mi triángulo de cuatro puntas,
mi cuadrado de tres vértices.

Porque cuando me hablas, siento que la vida
pierde su sentido y que el tiempo gira del revés.
El tiempo se detiene cuando pronuncias mi nombre
cuyo dueño pasa los minutos imaginándose.

Pensando como sería un solo instante entre tus sabanas,
disfrutando del dulce aroma que emana tu piel tras el roce,
tu envolvente sudor que junto al mio disfrutan,
de un amor concebido en el más bonito de los escenarios.

Si, Quiero.
Quiero despertarme a tu lado y arrecostarme
en tu regazo viendo el mar estrellado del cielo,
de la orilla del mar donde escribí tu nombre en la arena, 
a la vez que tu silueta se retenía en mi retina, 
Si, quiero vivir una vida entera junto a ti. 

sábado, 4 de abril de 2015

Sr. Nadie


Tu... si tu, escúchame bien,
tu que silenciosamente todos los días
me lees. Tu que te sientes solo, igual que yo
tus invisibles ojos en la invisible pantalla.

Tienes que saber tu y solo tu, 
que pese a que no seas sino Nadie, 
la visita de Nadie a este sombrío lugar,
me llena de orgullo.

Tu, Nadie, eres el único que me entiende, 
que me mima, que mira todos los días este diario,
que observa mis intentos por crear algo bonito
que me aplaude en su soledad, 
en la soledad de su mente.

Has de saber Nadie, que te estimo. 
Has de saber que no se que haría si no tuvieras
tus atentos ojos a mis historias, a mis leyendas,
a mi VIDA. Quiero que sepas Nadie, 
que mi báculo eres TÚ.

Espero que, al leer esto no te asustes querido, 
sé que no te llamas Nadie, se que tienes muchos nombres,
los nombres de personas anónimas que leen 
esta clase de desvaríos hechos palabras.

Te he llamado Nadie porque así
te siente mi alma, te palpita mi corazón.
Te he llamado Nadie, porque necesito morir.

Morir de pena al no ver nada, 
y resucitar cuando siento 
en el fondo de mi ser, 
que alguien lee estos mensajes, 
y que ese alguien
no se llama Nadie, 
Te llamas Tú.

Hasta siempre, muy leal.


Rubio azabache, negro quemado,
porque contigo todo cambia el sentido,
todo pierde la noción.

Pues sino dime, ¿quien eres?
¿No eres aquel que con una sola de
tus caricias me hacías tuya?, ¿no eres
aquel que me transportaba hacia tu mundo
de fantasía llamado "Nunca Jamás"

Dímelo Peter, dígamelo usted, señor Pan,
ha robado mis sueños, ha acelerado mi muerte,
¿todavía he de creer en su palabra?

¿No es usted el gentil hombre que desecha 
el corazón de las damas que te son leales?
Esperemos bandido, esperemos...

Esperemos que no aparezca una dama 
con más poder destructor
del que puedas acariciar jamás.

Pues cuando llores en la cantina de la esquina
aquella en la que tantas veces
el hígado me consumí, entonces estaré allí,
detrás de la puerta, con macabra sonrisa,
diciéndole adiós para no volver a verle nunca más.

Café y carmín


Sentado al fondo del bar lamentando tu nombre
leyendo esa última carta que me dejaste sobre la cama
oliéndola, palpándola, pellizcándome la cara
gritando con la mirada mientras ahogo los sollozos
en una taza de café.

Maldiciendo el día en el que apareciste por la puerta de ese bar
pidiendo tabaco mientras sonreías con tus preciosos labios, 
odiándome a mi mismo por haber caído en la trampa de tus palabras,
recordando como fue aquel instante en el cual me envenenaste
no con pócima ni con brebaje sino con uno de tus cálidos besos
que aun en la mejilla, era cálido.

Como sorbías la taza dejando la marca de tu paso,
tu sello identificatorio, ese carmín color carmesí
aquel momento que confundí con un sueño
pues quedé embobado mirando como un niño
la mancha de carmín y soñando con tus labios.

Maldita mancha que me transportó a las estrellas
al cielo de tu cama, al lecho de tus curvas
desearía no haber pisado nunca este bar
pero ya que estoy hoy en el, no voy a perder el tiempo
pediré un café solo con una gota de anís con una gota de ron.

Sabor a humo, sabor a menta, sabor a lujuria sabor a amor
sabor a la pasión que flotaba en nuestras sábanas,
e impregnada en ellas se quedó el sudor y el disfrute
de una noche de pasión, de una noche de gloria.

Toque de humo guarda el café que degusto con lágrimas en los ojos,
toque de perfume toque de carmín, que me hacía llorar que me hacía lamentar
perder la cordura que gané en el ayer, cuando paseabas el cigarro sobre mi piel
cuando me dijiste te quiero como la tijera al papel.