viernes, 30 de octubre de 2015

Deserción

Deserción es lo que has cometido,
a mi corazón moribundo,
sediento, dolor has infligido.

Deserción, al pensar, al soñar,
rompiste mis esperanzas,
cortaste mis alas al no callar,
esas oscuras palabras que salen de tu boca.

¿Que clase de insulto te he propiciado?
Para que sin ningún remordimiento
un golpe a la dignidad me hayas asestado,
con esa mirada calmada y esa sonrisa fría,
esas palabras que me quitaron la vida.

Porque mas que la traición,
es el pecado de deserción,
y peor aún es que otra persona,
relate una a una las cuchilladas,
que clavaste en mi alma,
sin miramiento ninguno,
banal e inocente traidora.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Besos.

Algo que no he probado. No se a que saben, no se como se hacen, si se fabrican, o si son genuinos, Su dulzor me es desconocido, inexplorado, virgen. Ver a otras personas querer, me es tan dañino para el corazón, el cual incrementa sus latidos al ritmo de las luces que surcan el cielo de mi mente, nublada al ver gestos de amor a los que yo no he tenido acceso. Lamentos y lamentos llenan la bañera de mi casa, de todas las lágrimas que he derramado. Que raro; no hay ninguna marca, ninguna huella, ninguna señal de que alguna vez sucumbí a los besos de alguien que me hiciera sentir especial.

Que raro que donde fui a ser feliz, no encuentre más miseria que el pan de cada día, las insinuaciones y los comentarios a escondidas, donde cobardes urden sus planes para derrocar a mentes más poderosas que las suyas, donde la envidia corroe hasta el metal más duro, allá por las tierras donde el olvido es real y la felicidad una ilusión.

sábado, 24 de octubre de 2015

Fobia social.

Muchos se creen,
algunos se piensan,
que soy un cobarde,
un torpe, que con sus
piernas tropieza.
No señores, de la verdad
nada más lejos,
tengo miedo a sufrir más.

Cuando sentís que os miro,
esquivamente pero a los ojos,
cuando habláis confiados
con los vuestros,
cuando dolido fijo mis ojos
en aquellos pies que
me impiden la felicidad.

"Y así no tendrás amigos,
y así no conocerás mujer"
Eso me dicen las personas
que con ignorancia creen
que lo hago porque me place,
cuando no ven
que es más fuerte mi tener
que mi deseo.

Es más fuerte mi temer,
al ridículo, a la verguenza,
a los insultos, a la marginación,
que mi deseo de amistad,
de encajar, de integrarse,
de besar, de amar...

martes, 20 de octubre de 2015

Desengaños...

Casi no puedo escribir... no puedo argumentar palabra... no puedo respirar... Un tembleque afecta a mis piernas como si del baile de Sambito se tratara. Ese escozor helado sube por mis muslos y llega a mi vientre donde nauseas transforma esta desdicha. Me han clavado un puñal en el corazón, lo han agrilletado y el sinvergüenza ha tirado las llaves. Tengo ganas de llorar pero no me quedan reservas en el manantial.

Soy un alma en pena, a la cual le han quitado el único sustento, otra alma, la de otra persona que ha encontrado a su principe azul. Bueno gris, un sueño que aún no se torna real. Unas circunstancias que mi ser vomita, maldice, desprecia... Una triste realidad a la que mis ojos no quieren asistir.

Un terremoto ha habido en mi corazón, de escala infinita. Sus frías y sudorosas manos retirando el fuego de mi ser, descolgando su retrato pintado en mi portentoso músculo de color rojo, haciéndole postrar de dolor...

Es posible, que la ceguera me haya guiado hasta el tropezadero. Locos gemidos que se escuchan en los baños de al lado, que mi mente oye pero mi corazón se niega a procesar la información que recibe. Piensa en el verdadero amor y lo confunde con el sueño de una noche. Se cree, ingenuo que se lo ofrecera la dama en la que puestos sus ojos torna lloroso mientras se pregunta por que.

¿Por que?  Una pena tras otra pena están acabando conmigo... Un dolor tras otro dolor y una felicidad que se aleja ante cada paso que doy me está martirizando... Lo mejor será alejarme como un cóndor, herido por el más feroz de los disparos...

lunes, 19 de octubre de 2015

Pastillas para... no dormir

Y vuelves a dejar tu hospicio,
vuelves a retirar las tropas,
cesas tu agravio en mi beneficio.

Para que las calles pregonen tu nombre,
las mentiras de tus palabras sean bien oidas,
puedes reirte de los corazones pobres,
pero jamás podrás dormir tranquila.

Mientras viva, yo te juro,
que la sombra de la noche,
esa que ensombrece los muros,
que perfila de tu porche
los relieves.

Que donde menos te esperes,
insolencia se encaminará.
Donde menos lo sueñes,
desastre vendrá a por tí.

Hasta que el sueño te desvele,
luciernagas te molesten,
el insomnio que te envuelve,
hace de un valium tu salvación,
provoca de un tumulto tu frustración,
hasta que acabes contando carretillas,
e ingiriendo pastillas
para no dormir,

martes, 13 de octubre de 2015

Silencio, nieve, soledad.


Silencio, nieve, soledad,
tus ojos como llamas ardientes,
tu mirada de impiedad,
tu pecho como el sol naciente,
calamidades de un amor,
designios crueles de dolor.

Silencio, nieve soledad,
despues de tu siniestro pasar,
ya no queda nada por lo que luchar,
no hay momento
que merezca la pena recordad.

Nieve, niebla, lluvia,
vacios de noches enteras
sollozos que no alivian,
el rencor de no sentir tus piernas,
la rabia que da el mirar al cielo,
y saber que todo el esfuerzo eterno,
se difumina como el sol
cuando calienta al hielo.

Nubes, nubes, lluvia,
no puedo enterrarte conmigo,
no puedo secuestrar tus sentidos,
solo puedo ser aquella sombra,
aquel tímido chico,
que vestida de novia
aquel día te verá,
manchado en lamento corazón,
pequeñas gotas mojadas de salazón.

Soy masoquista


Esa es la definición que he encontrado en el diccionario nada más abrirla, definición que me he otorgado, definición que entera me pertenece. Soy masoquista, dado que en ocasiones me encanta sufrir. Muero cada vez que no sufro, y cada vez que sufro me muero, pero parece que sintiera gusto. Hoy mientras mi mundo me daba la espalda, yo daba la espalda al mundo cerrando los ojos y oyendo "mientras tanto" mientras mi mundo se desmoronaba.

Hoy al salir de casa encontré cipreses en la calle. En lugar de árboles, cipreses cuya copa apenas alcanzamos a ver. No comprendía el mensaje, pero me encantaba. Los admiraba simplemente por ser cipreses, simplemente por no poder ver sus copas, simplemente porque me causaban temor.

Resignación he aprendido, resignarme a no conseguir aquello que ahora mismo quiero. Resignarme en dejarlo escapar, ya que si no puedo ir hacia ella y que esta me corresponda, es que esta no es para mi...

sábado, 10 de octubre de 2015

¿Como saber si te quiero?

¿Como saber si te quiero?
Si cada vez que te acercas a mi,
sucumbir a tus encantos no puedo.
Si cuando deseosa estás de mis besos,
a estos uno a uno se los lleva el viento.

¿Como saber si te quiero?
Cuando escojo las flores más oscuras,
para describir un fuego en re menor,
un cólera que se abre en rotura.

¿Como saber si te quiero?
Si ya mi deleite no es el tocarte,
si ya me da igual si me cantas o si afinas,
si ya me es igual acercarme o alejarme,
si ya no hay día en el que en odiarme no atinas.

martes, 6 de octubre de 2015

La solución es no sentir nada


El profesor de una asignatura desconocida pisó hoy el hostil terreno de mi clase. Un hombre gris tanto de mirada como de traje, un espectro de un sueño pasado que traía debajo de su largiruenta bata un olor penetrante a azufre, como si de los infiernos se hubiera escapado. Su sombrero color mate apenas dejaba entrever esos ojos grises, cansados de mirar, hartos de llorar, hastiados de padecer.

Se sentó en la mesa, nos miró lentamente, y una sensación escalofriante penetró nuestras espaldas. Aquel hombre con una precisión atizadora, llamó a la plataforma a dos chicos que estaban sentados detrás mío. Se quitó el sombrero, tenía el pelo color gris oscuro, como los cielos encapotados. Nos echó un vistazo rápido a los demás mientras con la mirada puesta en los ojos de estos dos desafortunados miedosos, susurró en voz audible: "La solución es no sentir nada".

Los dos se miraron extrañados. Yo que caminaba con ellos los interminables pasillos de aquel viejo instituto, atinaba a recordar que aquel misterioso hombre era el que nos cruzábamos de manera habitual entrando en la biblioteca, de la cual al salir haciendo un gesto caballeroso con el sombrero, no dejaba de mirar a las dos personas que reían inocentemente a mi lado. Que curioso... siempre que salía de la biblioteca llevaba el mismo libro entre brazos: "Como perder la cabeza por alguien en ocho semanas" libro cuyo autor no recuerdo, pero imagino sería una especie de mensaje que nos daba, de manera indirecta, ya que cruzarnoslo todos los días se volvía un tanto extraño.

Al mirarse extrañados el profesor sonrió malvadamente y me llamó a mi a aquella plataforma. Yo asustado, pues vi en su mirada las pruebas que al mundo quería ocultar, caminé lentamente hacia aquella oscura plataforma pintada de un marrón apenas con vida, aceleré poco a poco con la apremiante mirada de aquel hombre.

El hombre, nada más pisar yo aquella plataforma, dio un golpetazo a la mesa con un libro extraño. En la carátula vi el título "Como perder la cabeza por alguien en ocho semanas". Pensé asustado que de alguna manera se había dado cuenta de mi secreto, asi que tragué saliva mientras él entre risas pronunciaba:

-¿Veis lo que digo? Lo mejor es no sentir nada. Si sientes algo, no serás correspondido. Fijaos atentamente en esta persona -dijo haciendo un escaner con su mirada, tanto que me sentí intimidado, como si desnudo se me expusiera en una tienda de arte. -Este chico tiene sentimientos muy bonitos con esta chica, pero este chico jamás será correspondido porque todo lo que siente lo reprime, porque valora demasiado lo que no tiene. Éste en cambio todo le importan cuatro perras, ¿no le veis como sonríe ante estas serías y secas palabras? -alegó señalando de manera acusatoria al otro chico, que apenas acertaba a reírse como un loco.

-¿Observais esta actitud? El mundo es así, así de cruel. ¿Quien permite que pase? Nadie, y a la vez todos, todos permitimos al incluir en nuestro concepto de amor supinas banalidades como la atracción, o el arte de "entrar por los ojos". Este tipo de personas -dijo señalándome a mi con la mano -estas que son de valía, que quieren con el corazón, que sienten con el alma, no son correspondidos, nunca, porque no se atreven a sonreír por todo lo que tienen dentro. En lugar de darle confianza le dejáis de lado, a el y a las personas que tenéis así en vuestra vida. Vergüenza debería daros, vergüenza...

No alcancé a terminar de oír sus alegaciones al respecto. Empecé a ver una niebla tupida cubrir todo cuanto veía, esa niebla poco a poco me engullía a mi a la vez que me sentía desvanecer. Todo lo cubría, menos la sonrisa benevolente de aquel hombre. -¿Ahora me lees? -pregunto en tono sarcástico -Pues nunca más volverás a padecer por amor. Ni aquí ni en ningún sitio...

Cuentan las leyendas que tras parlamentar sus ideas en aquel estrado, desapareció con los pasos entre la abrumadora niebla entre los pasillos del instituto, de aquel tenue edificio donde nadie volvió a ser como antes. Se rumorea que en esa clase, ya nadie ha vuelto a ver las cosas como las veían antes. Dicen tambien las oscuras leyendas, que ronda ese hombre de clase en clase, dando lecciones de amor, lecciones tan contundentes que está a un paso de cambiar el concepto dentro de nuestras fronteras.

Qué lástima que esto sea ficción. Pero la realidad la puedes escribir tu, ¿puedes?

Rosa, rosa


Rosa, rosa
que en el firmamento donde dibujas,
las estrellas de tu brillante mirada,
no me ciegues los ojos con miniaturas,
de ese aire que cala, esa calada,
esas luces de verbena, ese infierno sin ti.

Rosa, rosa,
no pidas que te desprecie,
pues aun tus afrentas,
no suman el hecho de verte,
sentarte en el desván,
charlando con mancebos
de piernas calientes,
solo para darme celos,
y apuntalarme contra el corredor.

Rosa, rosa,
no pidas ser cortada,
pues aún tantos soles verás,
como ríos tiene mi brazo,
como espuma resurgirá la verdad,
como nubes en medio de un cielo raso.

El vals del querer


Y bailando el vals del querer,
mi novia cadaver fría cual hielo,
quien muere en sombra antes de nacer,
y bailando el vals con la novia Alcocer.

Y bailando el vals de nuestra harapienta vida,
relumbra en el cielo los sollozos del pasado,
las virtudes del ayer en la lluvia hacen fila,
para comprar las lágrimas, a postar en los mercados.

Y bailando el vals con los recuerdos,
que me enceguecen, que enturbian,
que resultan uno al otro violentos,
pues morí bebiendo del caliz de fuego,
y bailando el vals del querer,
que te amo yo, que tu me quieres de menos.

lunes, 5 de octubre de 2015

5 de octubre


Cinco de octubre, las montañas de poniente decaen, el sol tarda en dar su brillo, la impetuosa lluvia derriba las esperanzas de un corazón cada vez más cansado de latir, sin ningún objeto, de latir para nada. Ciertamente, cuando se padecen sentimientos por algo abstracto, algo que parece inalcanzable, como casi todas las premisas de mi mente, mi constante devenir se transforma en caos y desolación; desolación y caos.

Cinco de octubre. Los sedimentos rocosos de mi felicidad se tambalean. Un terremoto de enormes magnirudes: su mirada interesada en otros ojos, sus labios pronunciando palabras en pro de esa persona ajena a todo sentir, ajena a todo padecer, desconocedora del arte de amar. Una persona insulsa, simple, sencilla, una persona sin vivir lo que otros hemos vivido.

Cinco de octubre. En la iglesia del pueblo suenan las campanas del luto. Pues un corazón sangrante ha dejado de marcar el ritmo de la vida. Los pájaros enlazados de negro, entonan la Marcha Fúnebre con sus cantos antes colmados de alegría. Entre los altos cipreses habla mi alma con voz de viento, figura de trueno y luz cegadora, habla sobre los oscuros presagios de un amor que fue cortado de raiz, de una pasión que nunca se llegó a desatar.