viernes, 25 de septiembre de 2015

El amor ha perdido.


El amor ha perdido en esta eterna soledad en la que me siento. El amor ha perdido ya que mi corazón adolorido se desangra en el valle de la fastuosa muerte. Viendo los besos que no da, los labios que prohibidos a su alcance, rozan con los otros creando unos fuegos artificiales tan profanos como los sentimientos que un día existieron en mi. Una bella mariposa para unos, es una interminable larva para mi.

Mi amor, ¿vale menos que el de otra persona? Mi admiración, ¿Acaso es repudiada por ser mía? No lo comprendo, no lo entiendo. Si los demás tienen derecho a amar, ¿yo no? Si los demás tienen derecho a tener báculos en los cuales apoyarse, ¿mi destino es ser condenado al ostracismo?

Porque Dios le da pan al que no tiene dientes. ¿Por que los que tienen el privilegio de amar no lo valoran y aquellos que morimos por un "si" andamos balbuceando del dolor por las calles? ¿Por que se nos niega amar, si tan buenas personas somos y tanto lo valoramos?

¿Por que los poetas no pueden tener una musa a la que dedicarle sus escritos? ¿Por que he de suplicar durante minutos que me parecen años, dias que me parecen siglos, semanas que me son como eternidades algo que no se toma la molestia en aparecer?

Se dice mucho que el amor aparece cuando menos se lo espera uno. ¡Qué gran mentira! ¡Oh grande mediocridad! Si no esperas el amor, ¿como has de valorarlo? Si dejas de agonizar por la desdicha que observan tus ojos, ¿cómo ibas a querer sentir? Lo dicho Dios le da pan al que no tiene dientes...

Dulce linda.


La lucha férrea y descarnada,
de mis labios y los tuyos,
mis pupilas y tu mirada,
se ciñen en la batalla
más bonita de todas,
la más fabulosa de las hazañas.

Cada vez que te beso la frente,
sale de mi una sensación profunda,
nunca creí que pudiera ser tan fuerte,
el sentimiento que hace que me levante,
sabiendo que cada pizca de amor,
pueda ser lo último que pueda darte.

Amada mía moriré con la esperanza,
de despertar todos los días a tu lado,
beber el agua de tu fuente,
la que de tus labios mana,
para no morir, para obtener de tus sentimientos,
la inmortalidad de mi cuerpo,
para ser premiado en esta vida,
con una eternidad a tu lado, dulce linda.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Necesito.


Necesito esperanza, necesito atención,
necesito cariño, necesito comprensión,
tenue manifestación de una vaga ilusión.

Todo por lo que lucho, todo es vano.
Ilusión de querer, drama de padecer.
Sufrir por amores, ilusión de la que vive el mundano.

Las ilusiones se confunden,
la inspiración ya se me agota,
tus lágrimas son mi pena,
las mías tu congoja.

Tu flor es una luz


Tu flor es una luz,
de mis verdes pastos la lumbrera,
para mis penurias eres mi consuelo,
me refugias del caluroso sol cual palmera,
álamo, ciprés, sauce que no llora.

Tus ojos son dos faros,
que guían perdidos mis focos,
sin tu sombra mi corazón amargo
no discierne la virtud de la piedad,
tu sombra ayuda a  mente,
a saber que buscas algo mas
que una amistad.

Tus cabellos son oro bruñido,
rizos amarillos, mineral preciado,
tus lienzos son delicados, ondeados, pulidos...

Con semejante regalo del destino,
no creo que señalar tenga el mismo,
serás el alma que a la mía da alivio,
serás la persona que quiera
hasta el día que me muera.


¿Podemos Hablar?



¿Podemos hablar?
Aún no he pronunciado palabra,
y te largas con estruendo,
sonando platillos, marchando con bombos.

¿Podemos hablar?
¿Puedes contarme las razones,
los secretos a voces,
que expresan tus pupilas,
las cuales profetizaban este adiós?

¿Podemos hablar?
No me has escuchado,
ni siquiera he podido defenderme,
¿Quien es el tonto de la idea,
de que para ganarte el querer
de una persona tienes que dejarla ir?

¿Podemos hablar?
Si te vas, espada atravesará mi alma,
y te juro, te prometo,
que si el fierro de tus palabras me desgasta,
te visitaré todas las noches,
espectro que no se irá,
hasta que respondas
a la eterna pregunta
que sollozan mis entrañas:

¿Podemos hablar?


lunes, 21 de septiembre de 2015

Amor genuino, genuino odio.


Fría calamidad, oye los sollozos,
que mi desalmado pecho,
exhala por haber perdido el oro,
se sumerge de profundo a los infiernos.

Restos del más harapiento animal,
volviste mis ´"te quiero" en "te odio"
convertiste mi amor en un rencor formal.

Mi corazón se apaga cual linterna,
Pilas desgastadas, alma huérfana,
de tantas noches repitiendo tu nombre,
él se ha hecho de piedra,
como hielo es su comportar.

Te digo, digo, digo ahora,
que como tú, mi dama,
otra no habrá, no podrá,
ganarse al completo mi alma,
y volverse íntegra al desprecio,
en tan poco tiempo.

Soledades desengañadas


La cabeza firme, la bandera en alto,
las miras de mi frente, el eco de tu alma,
entraron en mi interior cual fuerzas de asalto,
cobraron aliento en mi yo cual peste que mata,
no sin antes herir por completo mi ser

Por tus oídos entró mi amor,
por tu boca, expulsaste hiel,
no pensaste que me dolería,
el verte amarrada a los labios de otro.

¿Creíste que esos "te quiero" no calarían?
Mi mirada perdida, yo completo absorto,
deshecho de gusano me siento,
frío norteño que en su interior espera,
que se acerca, que ya viene,
el más cruel de los infiernos.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Oda al amor secreto.


¿Sabes ese constante dolor de pecho?
Ese síntoma inequivoco de enamoramiento,
ese estigma que agita mis adentros,
eso es lo que yo siento por ti.

La cobardía impide que lo sepas,
de mis labios no he sido capaz de mencionar,
que muero por cada una de tus pecas,
que sin ti no se lo que es recordar.

Que el cielo eres y a la tierra me bajas,
que me encantaría que toda tuya,
fueras mia, porque cariño me matas.

Me matas con tu sonrisa,
esa curva preciosa,
esa nariz pequeña y misteriosa,
esa piel, tersa y sedosa,
esa voz radiofónica,
que a mi alma mugrosa,
ha acogido en la tónica,
de la alegría.

¿Porque no vienes a mi?
¿Porque esta duda que me quema?
Todos mis huesos mueren por ti,
pero tu no lo sabes,
puede que cuando confiese,
lo que mi corazón lleva,
lo que mis sentimientos esconden,
sea demasiado tarde,
puede que otro amor te cante,
las mañanitas por tu cumpleaños,
puede que ya tengas señor para amarte,
pero sus besos nunca serán como los mios,
sus caricias nunca te quitaran el frio,
y sus desventuras serán tu martirio.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Hola, encantado... te amo.


¿Por que?
¿Por que tengo que reprimir mis sentimientos?
¿Por que oh este castigo duradero?
Alma mía, cuando darás a mi cuerpo sediento,
de calma sosegada, de reposo tranquilo.

¿Podré estar quieto? ¿Podré no enervarme tanto?
¿Podré conocer a una persona sin enamorarme?
Cada vez que pienso en lo que siento,
me repito a mi mismo que no puedo.

No puedo amar sin conocer,
no puedo llorar sin haber besado,
pero sus labios se ven tan lejos,
que mi alma de pena llega a enloquecer,
sus caricias, sus palabras,
el ansia de mi mano por haberla tocado.

Se que se asustará, pues no es caballo fácil,
pero, ¿Quién puso por norma y por seña
que no se pudiera amar desde la primera palabra?

Pocos saben lo que duelen,
los sentimientos generados al instante,
pocos son los que suelen,
atreverse a decirle,
desde el minuto uno a una persona,
Hola, te amo.

Presagios de infortunio


Otra vez de nuevo,
oscuros sentimientos clarividentes,
que a mi alma llevaron al cielo,
para consumirla en el fuego eterno,
y de cabeza llevarla al infierno.

¿Cómo te llamas? Luz Abrumadora,
¿Cuál es tu cometido? Alba de los necesitados,
tu razón rompe en la roca de los iracundos,
tus pesadumbres, mis temores más profundos.

Como pena vaga mi alma,
luces deshechas, claros rotos,
agita el mimbre sobre la cara,
de la esperanza y la pasión desmedida.

Tu luna y mis estrellas el sueño,
de cualquier menesteroso del alma,
de cualquier necesitado de espíritu.
¡Que lástima que tan lejos te sienta!
Caminando a oscuro luz perpleja,
espíritu alegre, de los muertos resucitador.

jueves, 10 de septiembre de 2015

No más


No mas mentiras, no mas sollozos,
no mas enmiendas, no mas errores.
No mas liendres, no mas pijoeras,
no mas torrenciales ventosos,
no mas temidos escuadrones.

No mas calor, no mas frío,
no mas dolor, no más alivio,
no mas pensión ni equilibrio,
no mas tristeza ni soledad.

No mas pesimismo ni piedad,
no mas optimismo ni bondad,
tan solo pido, ojos azules,
tan solo deseo mirada ardiente,
tan solo pido que me endulces,
con tus caricias mi alma,
tan solo pido que me ames,
que mueras en mis brazos,
despertar entre tus canas,
sabiendo que la soledad,
es solo un invento,
de los antiguos ungüentos,
hechizos de amor,
en una breve ilusión.

Perdidos somos de entre bocas el infierno


Hallado fuiste mentiroso, en tu calumnia pobre ingenuo,
que perdidos somos entre bocas el infierno.
Hállese culpable entre estas tus faldas,
hállese el escarnecedor que de tu honor sembró la falta.

Hállese el soberbio, cruel, inmundo,
que sobre tus piernas y el calor de tu cama,
postró de bruces mis ojos moribundos,
sabiendo que un solo beso de tus labios,
sería sarna para mis huesos
y para mi alma constante escarnio.

Quiérete un poquito, vil escoria,
siembra virtudes, que no deshonras.
¿Acaso poco acertado es este tu agravio?
Sobre mi cadaver podrás llevarte mi tesoro.
El amor es libre pero yo su carcelero,
el tesoro es reluciente, pero yo su acadio.

Siembra en tus luces,
el temor de bravos hombres,
que delante de ti huyen,
siembra en tus sombras,
la luz de esta bella dama,
a la que su vida derramas,
a la que su sangre incolora,
robas con síntomas de acritud.


Si las palabras mataran


Si la espada afilada de tu voz,
si el filo mortecino de tus palabras,
fueran de mi vida trampa,
de mis alientos prisión,
entonces llamado serías asesino.

Si con tus actos lastimaras,
o hirieras mi vida mortalmente,
si con tus hazañas deshonraras,
la razón que cruelmente has violado,
entonces serías llamado perdedor,
tus cenizas se esparcirían en grande derredor.

Si tus pasiones fueran mi adalid,
si tus desenfrenos envolvieran mi rutina,
entonces desaparecería abril,
y los campos donde acampas dulce novilla,
serían por infierno, hiel bendita,
que a mi vida pusiste precio,
que contra mi cabeza cabalgaste presto.

Si el ruido de tus pasos fuera,
olor de muerte, designio de partida,
si con cada palabra,
atacas al alma cual cruel embestida,
piensa que en sollozos mi voz dolorida,
clama justicia, clama piedad,
clama poder conocer la verdad,
que algún día caerás como el rey de Persia,
que aun sus crueles venas desangró por tu causa.