jueves, 17 de septiembre de 2015

Presagios de infortunio


Otra vez de nuevo,
oscuros sentimientos clarividentes,
que a mi alma llevaron al cielo,
para consumirla en el fuego eterno,
y de cabeza llevarla al infierno.

¿Cómo te llamas? Luz Abrumadora,
¿Cuál es tu cometido? Alba de los necesitados,
tu razón rompe en la roca de los iracundos,
tus pesadumbres, mis temores más profundos.

Como pena vaga mi alma,
luces deshechas, claros rotos,
agita el mimbre sobre la cara,
de la esperanza y la pasión desmedida.

Tu luna y mis estrellas el sueño,
de cualquier menesteroso del alma,
de cualquier necesitado de espíritu.
¡Que lástima que tan lejos te sienta!
Caminando a oscuro luz perpleja,
espíritu alegre, de los muertos resucitador.

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