viernes, 25 de septiembre de 2015

Dulce linda.


La lucha férrea y descarnada,
de mis labios y los tuyos,
mis pupilas y tu mirada,
se ciñen en la batalla
más bonita de todas,
la más fabulosa de las hazañas.

Cada vez que te beso la frente,
sale de mi una sensación profunda,
nunca creí que pudiera ser tan fuerte,
el sentimiento que hace que me levante,
sabiendo que cada pizca de amor,
pueda ser lo último que pueda darte.

Amada mía moriré con la esperanza,
de despertar todos los días a tu lado,
beber el agua de tu fuente,
la que de tus labios mana,
para no morir, para obtener de tus sentimientos,
la inmortalidad de mi cuerpo,
para ser premiado en esta vida,
con una eternidad a tu lado, dulce linda.

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