Sitio donde las riveras de tinta que se camuflan entre mis venas encuentran una salida...
jueves, 17 de septiembre de 2015
Hola, encantado... te amo.
¿Por que?
¿Por que tengo que reprimir mis sentimientos?
¿Por que oh este castigo duradero?
Alma mía, cuando darás a mi cuerpo sediento,
de calma sosegada, de reposo tranquilo.
¿Podré estar quieto? ¿Podré no enervarme tanto?
¿Podré conocer a una persona sin enamorarme?
Cada vez que pienso en lo que siento,
me repito a mi mismo que no puedo.
No puedo amar sin conocer,
no puedo llorar sin haber besado,
pero sus labios se ven tan lejos,
que mi alma de pena llega a enloquecer,
sus caricias, sus palabras,
el ansia de mi mano por haberla tocado.
Se que se asustará, pues no es caballo fácil,
pero, ¿Quién puso por norma y por seña
que no se pudiera amar desde la primera palabra?
Pocos saben lo que duelen,
los sentimientos generados al instante,
pocos son los que suelen,
atreverse a decirle,
desde el minuto uno a una persona,
Hola, te amo.
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